viernes, 22 de febrero de 2013
Emulador de sueños.
Lo peor que hice en mi vida ocurrió hace 12 años, cuando tenia 16 años y vivía en cleveland, ohio. Fue en el principio del otoño, cuando las hojas estaban empezando a volverse naranjas y la temperatura empezaba a decaer, haciendo alusión al frío helado que estaba a pocos meses de distancia. la escuela acababa de empezar, pero toda la emoción de regresar y reunirse con los viejos amigos había sido reemplazada por la idea de que estábamos cautivos en un lugar que solo quería cargarnos de trabajo.
Obviamente, mis amigos y yo estábamos dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de recordar cuando no teníamos obligaciones, aquellos días de verano, libres de responsabilidades.
A principios de ese año, cerca del fin del ultimo año escolar, uno de mis amigos del trabajo (McDonalds, que algunas personas piensan que es algo poco convincente, aunque la pasé bien allí) Me había enseñado una técnica para “morir” con ayuda de un asistente, y regresar a en pocos segundos. Funcionaba así: el individuo tomaría rápidamente diez respiraciones profundas y largas, y en la décima cerraría sus ojos, apretando los parpados fuertemente, conteniendo la respiración tan firmemente como le sea posible, mientras cruzaba sus muñecas sobre el corazón. entonces el asistente, le daría a la persona un abrazo fuerte desde atrás, apretando las muñecas de la persona en el esternón. En cuestión de segundos, el individuo que contiene la respiración pierde la conciencia. El asistente debe mantenerse firme para que la persona no caiga rompiéndose el cráneo contra el piso. El efecto solo dura solo un segundo o dos, y no es parecido a ponerse en coma, pero parecía que hubieses estado fuera de tu cuerpo por horas y cuando retomas la conciencia, la sensación de desorientación, de no saber donde demonios estas o que estas haciendo allí, es impresionante.
Sé que hay algunas personas que quedan “Que carajo? Sos retrasado o algo así?” y si, ahora se que probablemente matábamos millones de neuronas cada vez que… “moríamos” y creo que probablemente mi memoria también se ha visto afectada por ello. pero yo era un chico de 16 años, aburrido como el infierno y pensaba que era genial. Obtener los efectos y las luces que uno ve luego de un puñetazo en la cara sin pasar por el dolor de recibir un puñetazo! le diría de intentarlo para que lo pruebes por ti mismo, pero luego de lo sucedido, nunca se lo recomendaría a nadie.
Otro efecto secundario interesante de esto, que fue en realidad, la causa real por lo que lo hacíamos, era porque mientras “estabas fuera” de tu cuerpo, siempre estabas lucido y tenias sueños vividos, que podías recordar fácilmente al despertar (después de todo solo había dormido durante unos segundos). eramos buenos chicos y nunca probaríamos drogas, así que para nosotros esto era lo que el LSD para un hombre pobre. Estas visiones o sueños, estaban relacionadas de alguna forma a lo que estabas mirando justo antes de “morir”. por ejemplo, una vez soñé que estaba escalando una montaña. Estaba en la cima de los himalayas o algo así, pero había un pasamanos allí. ¿quien diablos pone un pasamanos de escalera a 20.000 pies? cuando volví a mi cuerpo y recordé donde estaba, me di cuenta de que había estado mirando la escalera que se encontraba en una esquina de la sala de estar de mi novia. En otra ocasión, tuve una visión de Pedro Picapiedra sonriendo y levantando las manos delante de un mural con el logotipo de E.R.A.D (que es Educación a Resistencia del Abuso de Drogas, un programa en el cual policías enseñan a los niños en escuelas publicas sobre estos asuntos) y cuando volví a mi cuerpo me di cuenta que mi amigo Brett, tenia el mismo logotipo en su camiseta. Ahora, de donde salió Pedro Picapiedra, no tengo idea.
Las visiones siempre eran sobre cosas mundanas, nunca nada raro. Hasta ese día.
Como les dije, hacia un mes que estábamos en época de clases y ya estábamos hartos de ella. estábamos un sábado en “el campo” que en realidad era una dependencia de la compañía eléctrica para instalar sus lineas de alta tensión. Algunos estábamos sentados en las vigas de las torres de alta tensión, en la parte de abajo. mi amigo Mike subió hasta el segundo nivel de las vigas, para estar mas alto. Pensé que era algo estúpido, pero yo soy el que alucinaba haciendo llegar poco oxigeno a mi cerebro.
Era un cálido día de octubre y el cielo estaba gris. poco a poco, el cielo fue oscureciendo cada vez mas. Y en Cleveland, eso probablemente significaba que en cualquier momento la temperatura podría descender rápidamente, y si eramos realmente desafortunados, una lluvia helada podría empezar a caer. El aire estaba cargado y pesado, y se podía oír el leve zumbido de los cables de alta tensión sobre nosotros. Definitivamente no quería pasar los últimos momentos de una linda tarde de sábado subiéndome a una torre de alta tensión, saltar al suelo y quejarme luego del dolor en mis pies, solo para hacerlo una y otra vez como estúpidos, “hey, vamos a “morir” por un rato!” dije. Para ese tiempo, dejar nuestro cuerpo no era tan divertido como cuando lo descubrimos, pero era muchísimo mejor que lo que estábamos haciendo. Vince estaba de acuerdo, al igual que Richard, pero Mike, el que saltaba de la torre mas alto que nosotros, pregunto de que carajo estábamos hablando, “mierda, nunca te indujiste el desmayo antes?” preguntó Vince. Mike respondió que no, el había estado todo el verano en casa de su madre y no sabia de todo lo que habíamos hecho nosotros. “Amigo, tienes que probar esto! mira, te mostraremos”
Vince y yo nos bajamos de la torre, cayendo de pie en el césped. Yo hice las diez respiraciones profundas, apreté los ojos y contuve la respiración. entonces sentí a mi amigo presionar sus brazos contra mi pecho y de repente, como si fuese lo mas natural del mundo, una langosta gigante estaba trepándose a una jaula para langostas, bajo el mar. Algas marinas crecían del fondo de arena bajo mis pies. Lo siguiente que recuerdo es que cuando desperté Vince y Richard me estaban preguntando “amigo! que has visto? que has soñado?” la parte de atrás de mi cabeza me dolía mucho. me estaba matando. “mierda, me dejaste caer?” pregunté. Yo no era muy pesado, pero Vince era bastante débil. El solo se quedó ahí, mirándome, y Richard me dijo que me había dejado caer. Me preguntaron nuevamente que vi. Me frote la cabeza y dije que una langosta, que estaba pellizcándole la cabeza a Vince con sus tenazas. me volví hacia Mike y le dije “ves? es increible! tienes que probarlo! “y una mierda”,-respondió-” no me fió lo suficiente de ninguno de ustedes los suficiente como para hacer eso”
Vamos hombre! tienes que probarlo. No es mas peligroso que estar trepado allí. te prometo que no te dejaré caer como este idiota lo hizo conmigo” le dije.
El miró de la forma que hacen esas personas cuando están decidiendo algo, si lo que están haciendo vale la pena el riesgo o la dificultad. Saltó de donde estaba, se incorporó y dijo “bien, solo una vez”.
Si al menos lo hubiese pensado un poco mas, o se hubiese negado!..
Repitió las diez respiraciones profundas, conmigo como asistente para asegurarse de que no caería. Contuvo la respiración y yo lo ayudé a caer en ese otro lugar. Es algo que siempre me lamenté, y cuando pienso en todas las cosas que desearía haber hecho de otra manera en mi adolescencia! chicas por las que no me jugué lo suficiente, clases en las que tuve que haberme esforzado mas y todas esas cosas que nunca tuve que haber hecho, como haberle dado ese abrazo de oso a Mike, llevándolo a un estado de inconsciencia.
Sentí el cambio del peso muerto en mi pecho, y el era un chico robusto así que me aseguré de dejarlo suavemente en el piso para que no se lastimara. Justo cuando tocó el suelo, volvió en sí.
Despertó Gritando.
“MIERDA!! MIERDAAA! ALÉJENSE DE MI, ALÉJENSE DE MI!!” gritaba, al tiempo que se levantó de un salto agitando sus brazos alrededor de su cabeza. Todos saltamos para atrás, con miedo de ser golpeados por su frenesí. Pero mas miedo, que casi me cago en los pantalones, mas miedo tenia de lo que estaba viendo. Después de unos 5 segundos, el doble de lo que tardábamos generalmente en darnos cuenta de donde estábamos y que estábamos haciendo, el se tranquilizó. “mierda, mierda, mierda” jadeaba. respiraba con dificultad, tomando respiraciones profundas. se quedó allí, encorvado, hasta que cayó de rodillas. de espaldas a nosotros, comenzó a mecerse, retorciendo las manos y murmurando.
“Santa madre de Dios, que demonios has visto??” dijo Vince. Pero mike no respondía. me acerqué lentamente y a medida que me acercaba, le escuchaba sollozar en silencio. Eso en nuestro mundo de “machos” es castigado con la muerte, pero por supuesto nadie dijo nada. Apoyé una mano en su hombro. pero en cuanto lo toqué, dio un grito y saltó para atrás golpeando se la espalda con la torre. Se abrazó a la columna de la torre, mirándonos con ojos desorbitados, una mirada de temor absoluto. Pensaría quizás que eramos demonios del abismo del infierno.
Si en algún momento pensé que estaba bromeando con nosotros, esa mirada me sacó de mis dudas. Eso y lo que sucedió después, claro.
Ninguno dijo nada. A Los 10 minutos, Mike se había tranquilizado lo suficiente para que Richard lo acompañara a su casa. La temperatura había decaído y comenzó a llover. Le dije a Vince que me iba a mi casa, y le dije que nos veíamos mañana. Siempre pasábamos los días lluviosos jugando Mortal Combat en nuestro SNES pero no dijo nada. Probablemente quería un tiempo a solas para reflexionar sobre lo que había pasado. Como yo.
Al día siguiente fui a ver como estaba Mike, pero el y su familia se habían ido todo el día. Le pregunté mas tarde cuando se había ido, pero no me respondió. Creo que fue a un psiquiatra puesto que cuando lo vi nuevamente, el martes, parecía estar mejor. Me imagino que utiliza algún medicamento para los nervios, pero eso son solo conjerturas mias. Los días siguientes nos juntábamos normalmente con los chicos, pero Mike permaneció en silencio, sin decir que había visto. Hablábamos de cosas sin importancia. No fue hasta el sábado siguiente cuando contó lo que pasaba.
Estábamos caminando por una calle tranquila del barrio, hacia el puente peatonal de madera que cruza el arroyo. Yo hablaba de una chica mayor que conocía, cuando de repente, mientras yo hablaba, el dijo “No voy a estar aquí mucho mas tiempo”
“Como?” dije yo.
“Vendran de nuevo esta noche, yo no creo que sea capaz de aguantar esta vez”
“de que estas hablando? quien vendrá esta noche mike?”
“Las manos… Las voces.”
En ese punto yo ya estaba asustado. Balbucié estúpidamente un par de veces y luego dije, estúpidamente: “que manos?”
“Por la noche miro el árbol por la ventana y luego todo se pone negro. Y veo decenas, cientos, miles de ellas empujando contra el vidrio.”
“y tu que haces entonces?” pregunté.
“Retrocedo. durante toda la noche. pero estoy cansado. no puedo mantenerlas mas tiempo fuera. Y las voces. Las voces dicen que tengo que dejarlas entrar, voces de niños pequeños. Voces de niños pequeños y manos de niños pequeños”. El bajó la voz hasta ser un susurro, pero me di cuenta por lo que dijo luego, que estaba luchando para mantener el pánico. “a veces, veo sus caras”. dijo con voz temblorosa.
Lo acompañamos a su casa. se detuvo en la puerta y finalmente levantando el rostro, me dijo: “dile a Vince que puede quedarse con mi Nintendo. el no tiene uno, y su madre no le comprará uno. Richard puede quedarse con mis CDs. Se que a ustedes no les gustan, pero a el si.” Empecé a decirle algo pero se dio vuelta y entro en su casa. Me gustaría haber llamado a la puerta y ofrecerle quedarme con el. pero teníamos 16 y los chicos de esa edad no lo hacían mas. Me fui a mi casa. Dormí mal, asustado, escuchando cada crujido y gemido que hacia la casa, escuchando una multitud de niños. Generalmente dormía con las cortinas abiertas, pero esa noche, cerré todo.
Al día siguiente, nos enteramos de que alguien había irrumpido en la casa de Mike. Vi un coche de policía en la entrada de su casa, y casi me muero cuando lo vi. Mis peores temores se confirmaron cuando me enteré que la ventana de Mike era la que había sido violada. Mike había desaparecido, y fue todo lo que nos dijeron. Nos hicieron muchas preguntas, y parecíamos mas culpables que la mierda cuando decíamos que no sabíamos que había pasado. Lo cual, no era del todo cierto. Ellos buscaban algún pervertido que haya secuestrado a Mike, pero no obtuvieron información de nosotros puesto que no teníamos nada que ver. Su foto aparecía en todos lados, y todavía lo están buscando.
Cuando todo terminó, Me fui a la biblioteca para investigar que carajo había pasado, puesto que la Internet no era tan eficiente en esa época No encontré mucho. Lo mas cercano que encontré fue algo que descubrí después en mi clase de historia universal. Al parecer, los sacerdotes egipcios usualmente se encerraban así mismos en ataúdes el tiempo suficiente para morir, para luego ser resucitados y poder contar lo que vieron en el inframundo, mientras se hallaban muertos. Solo puedo pensar que por el clima, o por la electricidad en el aire, Mike pudo tener una experiencia mas poderosa a la nuestra, ya que habíamos hecho eso cientos de veces y nada raro había pasado. Tal vez golpearme la cabeza me salvó de lo que el sufrió, no lo sé. Es algo que no terminamos de entender. A veces acordarme de todo esto, me hace temblar.
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muy interesante muy bueno, pobre mike
ResponderEliminary aun no se sabe nada de mike?
ResponderEliminarSi, también quiero saber que pasó al final con Mike..
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