sábado, 27 de julio de 2013

Imagina.



Imagina que vas caminando por tu barrio, vas pensando lo que tenias que ir a comprar escuchando música, vas con tus amigos, lo que sea; cuando aparece una camioneta, sospechas que algo va a pasar y te pones alerta pero no tienes tiempo ni para gritar, ¡te han atrapado! 

Sientes un pinchazo y te das cuenta de que te han inyectado algo, te sientes mareado, confundido, tienes miedo, quieres gritar, correr, hacer algo pero no puedes moverte, te estas quedando inconsciente. Horas después despiertas desorientado, estás en un lugar que no conoces, te han bañado, te han cortado el pelo, tienes en tu muñeca una pulsera de metal con números grabados, miras tu entorno, el lugar se parece a tu casa; por un momento sientes alivio, pero luego ves las rejas, te las quedas mirando sin comprender por que están ahí, sientes voces y pasos que se acercan... son personas, gritas por ayuda y ellas se te quedan mirando, algunos ríen, otros sienten lastima, uno te tira comida, otro tiene una cámara en su mano y te saca fotos, sigues gritando cada vez más confundido. Quieres irte a casa, quieres ver a la gente que conoces pero los días pasan y tu sigues encerrado, siempre la misma rutina y llega un momento en que casi no recuerdas lo que era la libertad, sientes un vacío pero no sabes porqué es, te has acostumbrado y ya no sabes lo que harías si fueras libre, has a aprendido a no desafiar a tus cuidadores, eres su mascota, extrañas pero no recuerdas el qué, sientes la necesidad de hacer algo pero no sabes qué.

Exactamente así es como se sienten los animales que han sido sacados de su hábitat natural, es así como se sienten los animales que ves en los zoológicos y circos.

3 comentarios:

  1. Que mal!!! bufff sin palabras :s

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  2. Y una de las cosas mas tristes y atroces se ve como simple entretenimiento una vez mas en el mundo que lastima en serio

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  3. Es triste ver a los animales encerrados :(

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